Era la semana pasada. Estaba en El Pueyo de Jaca. El curso tocaba a su fin y la coach nos mando por parejas a pasear por las inmediaciones del aula. Hacía un día espectacular. Soleado, temperatura agradable, pero nada de mangas cortas. Teníamos que hacer el paseo en inglés. No recuerdo muy bien que teníamos que contarnos pero sé que después había que explicarlo en el aula. En el prado de debajo pastaban una yeguas con sus potros de días. Nos acercamos para verlas mejor. Saqué el móvil e hice una foto con el fondo de Peña Telera. Guardé el móvil y seguimos caminando. Tanto, que volvimos tarde al aula. Ya estaban con la evaluación. Silencios, cuestionarios y risas. Al llegar a la habitación miré el móvil. Se había colado un dinosaurio en la foto. Si uno de esos con alas que tienen la cara afilada. Remontaba el vuelo después de beber en la orilla de Bubal. Seguramente había dejado a sus crías ocultas en uno de los picos cercanos. Que pena que lo pille de lejos y no me sirva como prueba de casi nada.
2 comentarios:
Yo te creo.
Eso es un pterodáctilo del tamaño de un pterodáctilo.
Es asombroso. Yo creía que se habían extinguido. Hay que organizar una expedición para encontrarlo y matarlo.
Buf! menos mal que alguien me cree, ¡a mataaaaar!
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