El inicio de la vorágine estival me tiene absorbida, y no precisamente porque me esté dedicando a saborearlo en su más tópico sentido. Repito patrones un año tras otro, que empiezan a convertirse en ritos. Así que volví a dar el pistoletazo de salida con mi ya obligada cita con
el gran vergel electrónico.
Los previos fueron laboriosos. Parecía que el viento iba a jugar en mi contra, pero no siempre va a ser así… Los servicios sanitarios se iban apoderando de toda mi compañía fiel, a uno y otro lado. La avanzadilla era demasiado avanzadilla para mí. Indecisiones hasta el último momento. Apuro con los imprevistos y allá que voy. Reencuentro en carretera con un viejo amigo que ahora se dedica a la
moda. Me encantó volver a verle.
Et… Voilá! Sonár día con el amigo
Hollers, comienza la magia… Y el caos organizado de intercomunicación con el espacio… solar.
Melodías que te transportan hasta el país nipón con ambiente familiar. Me llueve un abono del cielo. Gracias. Me salen hogares por todas partes. Muchas caras conocidas, y otras por conocer.
Agoria de refilón, menudo calor, un poco de
Atmosphere. Me voy a dar un voltio.
¿Y si cambio de idea sobre lo nuestro? La exposición del pueblo italiano es linda, pero me pilla desprevenida para acordarme de Marco. A mí me da igual, pues a mí me parece fenomenal. Esto es demasiado pro para mí.
Katy B también me convence. En esa cajita de zapatos me parece que lleva algo más que pegatinas. Me quedo con
Teebs. Más que a vals, me suena a pasodoble. Parece que le ha costado arrancarse con el hit. Grande
Four Tet, grande escenario con gente a tutiplén que ya va adquiriendo ese color de piel rojizo característico. En busca y captura del agua con gas en la tierra del Vichi Catalán. Me aventuro con el sector jacetano. Y cambio de tercio. La Fira nocturna me abruma. Mientras apuráis con unos
Cut Copy bajo antorcha estrellada, llego a tiempo del contundente
Sycamore Feeling de
Trentemoller. La comunicación cada vez es más irreal. Vaya pelazo,
Munchi!
M.I.A. se hace esperar, aunque luego tampoco es para tanto. La sobrina de Picachu recién llegada de Johanesburgo, el bailecito con los calzoncillos de Pink Floid y demás
parafernalia, me dejan (gratamente) obnubilada. Me pierdo y me encuentro tantas veces que ya no sé ni dónde estoy. El descontrol controlado de
Aphex. Una
crepe y mucho más. Doy por finalizado mi día-noche a base de golpes rítmicos, mientras la mañana comienza a clarear… Y vuelvo a mirar de reojo el Fira Congress mientras espero el autobús en una cola en la que conversaciones en múltiples lenguas casi hasta se me atragantan. Será mejor que me vuelva a mi planeta...
Quizá no sea lo más reseñable, pero sí lo que más busco, lo que más me encaja, lo que más me apetece después de, ahora.
Just in Summer time.