sábado, 25 de diciembre de 2010

Quién maneja mi barca

Microsoft parece que definitivamente se ha ido de mi vida. Pues allá el, decidió bloquear mi Office y ahora soy de la religión del Openoffice, todavía sin mucha fé, todo sea dicho. Vuelvo a compartir casa ¿he dejado alguna vez de hacerlo?. Me descubro a menudo mirando hacia el cielo. Teruel es una de las provincias menos afortunadas con el sorteo de la lotería, cincuenta pedreas y ninguna serie de los premios gordos del sorteo. He visto cientos de tiendas y no me llama la atención casi nada. Cuando te gustan los polvorones y el panettone, te ves obligado a reconocer que algo te gusta la navidad. Me han regalado muchos libros estos días. Gracias. He vuelto a clase de grabado y me he comprado un cuadro, un oleo. Un capricho. Un dinero que no esperaba. Un cuadro más para la casa que nunca tendré. Tengo el extraño presentimiento de que la crisis lo re-organizará todo. El raciocinio llegará a nuestras vidas por la vía de la fuerza. De la monarquía a la criptocracia. ¿Estoy preparado para la pobreza?.

Cené con los compañeros del master, que bonicos estábamos todos juntetes en la fría noche zaragozana. Después bailamos, hicimos cola y bebimos (por una vez no mucho), rodeados de afroamericanos,¿no Laura?. El PNV decide a última hora no apoyar la ley Sinde. ¡Ah! el otro día un poco por casualidad hice años y todo eso que siempre me toca por estas fechas. Que bien que nos juntamos mucha gente de mi no empresa sentimental y aunque no pudimos dedicarnos todo el tiempo que nos apetecía, fue bueno vernos todo alrededor de una mesa. Y vaya pedazo de mesa, candelabro y tela roja arrugada incluida. Encontrarnos al día siguiente a María y los suyos desayunando, fue ya algo como de fenómeno paranormal. I love you folks!

viernes, 24 de diciembre de 2010

Happy Holidays


Casi sin darme cuenta ha llegado el 24. No sé si os lo había dicho antes pero aquí en Londinium el tiempo pasa muchísimo más deprisa. Será por el Greenwich ese que, por cierto, no se dice "grinwich" sino "grenich". ¡Ay lo que cuesta desaprender!.
Hace semanas que los niños de los Beckham celebraron una especie de Navidad multicultural. En la representación del colegio se combinan todas las culturas y religiones, la Navidad y el Hanukkah... el último día el niño demoníaco salió de clase con unas orejas de reno, y ya está. Es decir, que no se le dio más importancia. A última hora se iluminaron las calles y aparecieron vendedores de árboles pequeños en las aceras de la calle mayor. Lo único que me hizo percatarme de que estábamos en estas fechas fue la gran cantidad de canciones de navidad que sonaban en la radio, será porque ahora ya entiendo casi todo. Y no me refiero a los villancicos perfora oídos, sino a canciones normales en las que de repente te percatas que repiten mucho eso de "crismas" y "lof"... y a partir de ahí me empezó la urticaria. Pero se me pasará pronto. Hoy ha preparado mi Santo una "potato salad" que según dice es típica de estas fechas y no sé por qué la ha llamado así cuando en realidad es una versión de la "ensaladilla rusa" pero claro, no se me ocurrirá decirlo. Intentaremos llegar a tierra patria dentro de unos días contra viento, marea, nieve, huelgas y etc. Cada día me supero, ¿a que no os esperábais lo de los controladores?, y eso que con el volcán ya os dejé k.o. Besos para todos.

jueves, 16 de diciembre de 2010

To make ganchillo

Sí. Vale. Es cierto. Tengo que reconocerlo. Estoy haciendo ganchillo. Ala, ¿ya estais contentos?. Tampoco es tan raro ¿no?. Toda la vida viendo a mi madre mover el palico ese pues... no es tan raro que a uno le apetezca. Aunque el gusanillo me pico este verano en las pozas, allí entre cremas solares, meriendas improvisadas y salpicaduras varias. Ahora nos hemos organizado un poco y de vez en cuando comemos (sí, porque somos varios), o tomamos café y avanzamos a trompicones. Gran parte de la culpa la tiene nuestra profe (que no le gusta que ponga su nombre en el blog), que nos compra las lanas y los ganchillos, también me regaló el coleccionable ese de ganchillo fácil, que no es que sea muy fácil, todo sea dicho. Además tiene muuuuuuuucha paciencia con nosotros, ¡más majica! así que Sra. Profe. Gracias. Cuando tengamos alguna labor digna, os la enseñaré por aquí, seguro. La foto de hoy es solo para que veais mis (duros) comienzos.

Y ya que estamos hablando de esto... ayer al bostezar ostentosamente en un bar de Ayerbe, una señora me dijo "¡niño vaya mal temple llevamos!" casi con la misma familiaridad que una abuela la semana pasada, al preguntarle por donde caía una dirección me dijo "yo te acompaño que vivo por ahi, amante". No hay duda, hay algo en mi mirada que me delata. Ellas lo supieron sin que yo les dijese nada. Ellas también hacen ganchillo. Somos uno. No hay duda.

domingo, 12 de diciembre de 2010

¿Hacía falta este disco de Astrud?

Ojal-a ¡Ayh! Pues yo aunque me gusta... creo que no, que falta, falta, lo que se dice falta, pues no. Algunas de las canciones ganan con estos nuevos arreglos, alguna incluso parece que los estuviese esperando desde hace tiempo (Miedo a la muerte estilo Imperio), pero la mayoría pasan sin pena ni gloria, vaya que me gustan más las originales. Pero claro Astrud es un grupo que básicamente siempre hace la misma canción y supongo que por eso nos gusta, así que no nos importa escucharlas con esta nueva cara lavada.

Este disco no se libra de otra constante del grupo, la mitad de las canciones van directas a la papelera de reciclaje (¡Noam Chomsky por mucho que gane en la versión es una canción horrorosa por diooooos!), han seleccionado algunas de mis imprescindibles y hay muchas ausencias. Aún así me gusta que hayan sacado este disco aunque parezca una contradicción. Que me quieras te digo. 


Hembra β Pues a mi ni fu, ni fa. A mi lo que me gusta de Astrud es los recuerdos que me evoca y, sobre todo, que me evoca personas. Me pasa con grupos, con canciones, con momentos. Alguna vez me ha pasado que se juntan todos de repente y me obligan a formar un recopilación, pero eso no ocurre siempre. Así pues este disco me evocará siempre el desayuno con nuestros Mac, las magdalenas y la tele gigante. Y si la pregunta es si me lo descargaría compraría, pues va a ser que no.


Special K Pues creo que no se puede decir mucho más de un disco del que ya está todo dicho. Comparto que está bien escuchar de nuevo algunos temas, rememorar historias y momentos, y que a pesar de todo, nos gusta y nos gustará, porque nos hace saltar la chispa revival y recordar algún gran lema adoptado. ¿Prescindible? Pues seguramente ante la oleada de reversiones y remasterizaciones de fin de año que se nos avecina, lo será. Yo de la colaboración entre Astrud y el Col-lectiu Brossa, me muero de ganas por revelaros cuál es mi tema estrella... listo para empaquetar!


martes, 7 de diciembre de 2010


Me amorro a mi John Smiths y caigo en la cuenta de que hace mucho que no actualizo en el blog y que prometí que lo haría en cuanto volviera a ser persona. Durante mi ausencia ha ocurrido de todo, incluido el "estado de alarma" ese que por mucho que se lo intente explicar a mi padre se cree que estamos en "alerta roja" porque se lo ha oído al ministro ese... que dios no coja confesados. Acabo de terminar una agonía que ha durado exactamente un año, dicen que no hay mal que cien años dure (ni cuerpo que lo aguante) pero a mi se me ha hecho eterno. Ahora soy como el He-Man, máster del universo.

Voy a dedicarme a disfrutar durante unos días, en la recámara tengo miles de cosas, desde mis experiencias cuidando los niños de los Beckham (que no, que es un decir) hasta el manido tema del tiempo pasando por la visión hispanofóbica de una Hembra Beta en los Lóndones.

Os dejo pues con el vermú, para ir haciendo gana.
Lots of love.