Este verano, sobre-vivo en la Playa del Muerto de Almuñécar (Granada). Y digo vivo (o sobre-vivo), porque aunque pernocte en un Palecete (sí, sí, un palacete andaluz!) paso más horas al cobijo del chiringuito que en cualquier otro recóndito lugar de este pequeño paraíso. Vivo en un oasis, podría decirse…
Y allí monto mi oficina, mi centro de operaciones. Mucho calor, baños refrescantes. Aguacate, gazpacho, boquerón. Una cometa multicolor. Cangrejeras y Crocs. Barbacoa y cerveza Alhambra. Una bici morada. Gente del norte y del sur. Muchas sonrisas y algún desencuentro. David Bowie en el Paseo Marítimo. Road Movie en Peña Parda. Velitas y mojitos. Cine de verano a la luz de la luna. Piedras y arena que conforman pequeñas esculturas marinas. Música que resuena al atardecer. Cintas multicolores que ondean al viento. Y un gatete chino.
Estoy preparada para la vida playera. Nonti preocupare, amigos.
Sea love...
Y allí monto mi oficina, mi centro de operaciones. Mucho calor, baños refrescantes. Aguacate, gazpacho, boquerón. Una cometa multicolor. Cangrejeras y Crocs. Barbacoa y cerveza Alhambra. Una bici morada. Gente del norte y del sur. Muchas sonrisas y algún desencuentro. David Bowie en el Paseo Marítimo. Road Movie en Peña Parda. Velitas y mojitos. Cine de verano a la luz de la luna. Piedras y arena que conforman pequeñas esculturas marinas. Música que resuena al atardecer. Cintas multicolores que ondean al viento. Y un gatete chino.
Estoy preparada para la vida playera. Nonti preocupare, amigos.
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