A veces siento algo extraño, como si mi vida se hubiera desarrollado en una burbuja ajena a todo lo que ha rodeado durante 30 años a todos los demás. Lo bueno que tiene todo esto es que vivo en un continuo “descubrir”, tarde, pero descubro todos los días cosas, sentimientos, personas harto conocidas para los demás y, sin embargo, nuevos, atractivos, desconocidos para mi.
Son muchos los ejemplos, a veces incluso me llevan a la frustración, pero manejo el tema con la suficiente dignidad y discreción para que no se note mucho.
El plata ha sido una de esas experiencias interesantes.
Domingo. 3 de la tarde. Comida familiar de conciliación. Una semana antes, por primera vez en mi vida, me habían hablado “del Plata” a unos 200 km de allí. Café cantante conocido por todos (menos por mi, tal y como ya he explicado). Casualmente, 7 días después y comprobando otra vez cómo las señales van moviendo los hilos de la vida, mi madre dice: ¿vamos al Plata?. Venga, tomamos el postre rápido y nos vamos al Plata, ya veréis, os va a gustar. Y de repente me transporta a ese pasado ajeno que a mi me ha robado alguien. Describe con pelos y señales lo que nos vamos a encontrar. Como buena zaragozana de adopción ella sí que conoce la historia de Zaragoza y la vivió antes de introducir ese gran paréntesis en su vida en el que me incluyo. Me pregunto el porqué y la dejo seguir hablando. Nos dejamos llevar literalmente por ella y nos encontramos a las 4 en punto de la tarde en primera fila del Plata. Junto a una señora elegante con gigoló al que le pido un cigarro a cambio de una galletita.
Se va llenando la sala. La mujer de ochenta años con pelo blanco y una expresión encantadora se encuentra en la otra punta. Ojalá me hubiera sentado a su lado. Puede que mi abuelo se sentara alguna vez a su lado.
Llego a casa y busco en Internet, es como mi memoria ram. Me permite recuperar todo lo que nunca tuve pero sin embargo estaba tan cerca. Encuentro la información ampliada que ya me había dado mi madre, ahora sí que entiendo el significado de “la sesión de las boinas” y la mención a “bigas luna” que también ella ha realizado sin mucha precisión pero acertada. Me parece un proyecto con vida propia. Encuentro nombres que me resultan conocidos “Pérez Latorre” y familiares “Pepe Cerdá”, debí haber reconocido ese decorado antes.
Ahora lo entiendo todo. Todo está ahí. Esperando. Qué más da cuándo lo descubra cada uno. Lo importante es descubrirlo y yo no pienso dejar de hacerlo. Aunque estar atento a las señales y dejarse llevar resulte agotador.
Son muchos los ejemplos, a veces incluso me llevan a la frustración, pero manejo el tema con la suficiente dignidad y discreción para que no se note mucho.
El plata ha sido una de esas experiencias interesantes.
Domingo. 3 de la tarde. Comida familiar de conciliación. Una semana antes, por primera vez en mi vida, me habían hablado “del Plata” a unos 200 km de allí. Café cantante conocido por todos (menos por mi, tal y como ya he explicado). Casualmente, 7 días después y comprobando otra vez cómo las señales van moviendo los hilos de la vida, mi madre dice: ¿vamos al Plata?. Venga, tomamos el postre rápido y nos vamos al Plata, ya veréis, os va a gustar. Y de repente me transporta a ese pasado ajeno que a mi me ha robado alguien. Describe con pelos y señales lo que nos vamos a encontrar. Como buena zaragozana de adopción ella sí que conoce la historia de Zaragoza y la vivió antes de introducir ese gran paréntesis en su vida en el que me incluyo. Me pregunto el porqué y la dejo seguir hablando. Nos dejamos llevar literalmente por ella y nos encontramos a las 4 en punto de la tarde en primera fila del Plata. Junto a una señora elegante con gigoló al que le pido un cigarro a cambio de una galletita.
Se va llenando la sala. La mujer de ochenta años con pelo blanco y una expresión encantadora se encuentra en la otra punta. Ojalá me hubiera sentado a su lado. Puede que mi abuelo se sentara alguna vez a su lado.
Llego a casa y busco en Internet, es como mi memoria ram. Me permite recuperar todo lo que nunca tuve pero sin embargo estaba tan cerca. Encuentro la información ampliada que ya me había dado mi madre, ahora sí que entiendo el significado de “la sesión de las boinas” y la mención a “bigas luna” que también ella ha realizado sin mucha precisión pero acertada. Me parece un proyecto con vida propia. Encuentro nombres que me resultan conocidos “Pérez Latorre” y familiares “Pepe Cerdá”, debí haber reconocido ese decorado antes.
Ahora lo entiendo todo. Todo está ahí. Esperando. Qué más da cuándo lo descubra cada uno. Lo importante es descubrirlo y yo no pienso dejar de hacerlo. Aunque estar atento a las señales y dejarse llevar resulte agotador.
Aquí encontraréis fotos fieles de lo que os encontraréis allí aunque yo casi os recomendaría dejaros sorprender tal y como yo lo hice, con esa pizca de ingenuidad...
Lo de la guardería para perros me sorprendió, todo el mundo al principio cree entender cuando suena por los altavoces: ¿guardería para niños? no mamá, no "para perros"
2 comentarios:
Llevo muchos dias mising con tanto San Lorenzo e hija , pero que bien y cuanto habeis escrito, me ha encantado, claro, yo soy fan y pierdo totalmente la objetividad. Os beso a todos, a Pilara tambien.
Por cierto... yo soy de La Fueva y hasta alli conociamos la existencia del Plata... que fuerte!!!!
Redios esta todo el mundo de vacaciones ¿u que?
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