lunes, 17 de diciembre de 2012

Lo más importante de McEnroe. En acústico (el21_HU).




Rqlcas: Llegamos y esta allí, grande: Ricardo Lezón. Suena McEnroe. Primera canción, segunda canción. Silencio abrumador.  La cara Noroeste. Inevitable corear a pesar de una sala embelesada. Ya no temo a las mareas que vienen y van. Sencillez y elegancia de temas melancólicos y sensibles que nos ponen los pelos como escarpias. Vendrá el fin del mundo o hay justicia cósmica. Romanticismo extremo y realista de esas letras y esa voz que emocionan hasta el infinito. Las canciones de mi vida, o de la tuya. Quiero que el final nunca acabe, pero sí. Se va. Me voy, afortunada por la suerte de una experiencia. Y al salir está allí. Nos saluda, me regala unas fotos y un par de besos de esponja. Isabella donde estás. Nos has encantado en acústico. ¡Vuelveee!.

Hoy voy a cantar las canciones de tu vida
para intentar que no te sientas perdida.

Ojal_a: Salí del bar cantando, no recuerdo qué, pero algo suyo y entonces él me abrazó. No sé me ocurre un final mejor para esa noche. Y casi, casi para este año. Bueno o para el fin del mundo. A mi que no me gusta mucho la música en directo, que no suelo fijarme en los grupos que cantan bien, ni salgo un jueves de invierno con lluvia… tengo que decir que disfrute como hacía mucho tiempo. Si antes era fan, ahora yazco rendido. Algo que ver también tendría la compañía. La noche empezó desangelada pero poco a poco, al mismo tiempo que su voz, todo se fue templando. Yo este 2012 tenía pocas alegrías en los bolsillos. Y claro a estas alturas de año, se me habían terminado. A partir de ahora ya sé lo que pondré en mi carta a los reyes magos. Por si existen.

Si pudiera explicarte todos mis silencios
solo son laberintos en los que me pierdo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ay! Mis animalicos llenos de deseo que bien os ha quedado la crónica conjunta

ana dijo...

siiii ole por esos cronistas