Los jóvenes castores, el armario de la Nancy, las sábanas con puntillas, el Casio con cinta, los vídeos de la transición, los puzzles de los Pitufos, el costurero de la Srta Pepis, el Exin-Castillos, los cuentos troquelados, las jarritas de cerveza multicolores, la mantelería de señora casada, el álbum de cromos de Willy Fog y el de la abeja Maya, escuadra, cartabón y Rotring college set, la enciclopedia Espasa, los libros de lectura Senda, la cubertería buena, postales de felicitación del puño y letra de la abuela, patucos y zapatetes del número 17, y más juguetes, y más libros, por todos los rincones, en todas las cajas. Y aún no está todo. Hoy siento más cerca, más dentro todos esos recuerdos del pasado. Es lo que me queda. Y cada vez entiendo más cosas del presente. Fue todo cosa de ella, lo intuyo.
4 comentarios:
Me encanta cuando os ponéis melancólicos
Claro que fue cosa de ella querida. Guarda tu tesoro.
Halaaaa!!! Cuantos juguetes Tieta...
Y que carita, requeteguapa!!!
Buff!!! ahora que tengo un segundo libre, comento. Qué pasada todas esas cosicas que nombras, yo también las he tenido (bueno, todas, todas no...), además uno de mis propositos otoñales es deschacer las cajas que he ido acumulando estos últimos años de juventud (je, je, je) y ver que cosas guardo y cuales tiro. Me da pereza, pero creo, como tú, que ha lleago la hora. The time is now.
Y one mor time... me encanta nuestro nuevo diseño, ¡que bonico!
a.
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