Lo más importantes es muchas veces lo que menos importa. Tener la ventana del baño siempre abierta. Un rincón zen en medio de un comedor abonado al caos. Nacer en tu risa. Salir los domingos a recoger los muebles que otros tiran a la basura por eso de hacer hogar y redecorar nuestras vidas. Llegar tarde aunque tuviéramos “chuleta”. La furgoneta de los gitanos dos calles más adelante, cogiendo precisamente eso que nos hacía tanta falta. Bueno al menos se han dejado esta mesilla. Abrir el cajón y encontrar un panfleto incendiario sobre el 70 aniversario de las apariciones de la virgen de Fátima. Varios retratos de juventud de la virgen (sin tener muy claro de cual de ellas). Y una caja sin identificar que ninguno queríamos abrir…¡debe de ser una dentadura!. Pues no, habíamos visto muchas películas, solo era un despertador indefenso. Que miedo. Cielos cerrados y una lámpara de mesa histórica con la pantalla de piel de cerdo. Otro domingo que llueve. Otra semana que asoma la pata por debajo de la puerta. Pero esta que sea especial. Empecemos algo. No todos los elementos pueden estar en contra. No somos más, pero somos muchos, venga vamos a abrir esta puerta.
Algunas cosas han cambiado, lógica y agradecidamente, otras no: lo más importante sigue siendo lo que menos importa, el rincón zen y la lámpara histórica con la pantalla de piel de cerdo se han distribuído por la provincia, nacer en tu risa, miedo, cielos cerrados, semanas asomando la pata por debajo de la puerta, especial, empezar, somos más pero no somos muchos...
y la puerta sigue abierta.
Algunas cosas han cambiado, lógica y agradecidamente, otras no: lo más importante sigue siendo lo que menos importa, el rincón zen y la lámpara histórica con la pantalla de piel de cerdo se han distribuído por la provincia, nacer en tu risa, miedo, cielos cerrados, semanas asomando la pata por debajo de la puerta, especial, empezar, somos más pero no somos muchos...
y la puerta sigue abierta.
¡Japy berdei to yuuuuuuu!
12 comentarios:
Llegué tarde, pero a tiempo. Justo en un instante necesario en el que necesitaba reaprender que lo más importante, efectivamente, es lo que menos importa.
Cargaba muebles y plantas, recuerdos y panfletos. Sonrisas y miedos.
Empecé a postear tímidamente, titubeando. Poco a poco perdí los filtros hasta que se convirtió en algo necesario, en ocasiones rozando lo absurdo. A veces dando al botón de publicar y arrepintiéndome al mismo tiempo. Pero a lo hecho, pecho.
Gracias, my friends. Y por muchos años!
Felicidades por el cumpleblog.
Espero que os dure la vocación, no sé, unos 200 años más.
Y que yo lo lea.
¡Felicidades! dos años con la puerta abierta, la risa floja y el cuerpo jotero.
Anda que no han cambiado cosas en nuestras vidas, todo para que no cambie nada. Esas violetas son unas supervivientes natas. Poto. Lámpara. Mira por donde el papa esta en Fátima, celebrando sus secretos, igual en uno de sus responsos nos felicita y nos pide que le devolvamos los panfletos que salieron de la mesilla. Velas. Caja. En fin que esta very well tener este sitio donde juntarnos, aunque sea de manera virtual. Que otros no-muchos nos ven y nos animan a seguir. Seguir para qué, me pregunto muchas veces yo. Dicen que de vez en cuando les damos una alegría. Canciones de domingo. Cineclú. Ale, a seguir haciendo lo que nos de la gana y contando lo que nos plazca, que no decaiga. ¡A bailaaaaaaaaaaar!
¿Has visto tus violetas cómo están? y con chitos y todo...estoy pensando cómo me las llevo en la maleta, porque o me las llevo o no embarco...
LOL
xxx
Felicidades!! Que sean mucho más y nosotros que os leamos.
Ay cuanto valeis! Felicidades y muchos post.
¡Feliz cumpleblog!
No sabía yo que aquí también se celebraban los cumples.
Bonicos, gracias por los post de estos dos años, ainss...como dice la Ana...que bonico, no?
Bonicos, gracias por los post de estos dos años, ainss...como dice la Ana...que bonico, no?
Qué valor tenéis de decir que la puerta sigue abierta cuando habéis echado a 3 miembros de los históricos, ¿es que ya nadie se acuerda de cptn, medio llena y anele?
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