martes, 27 de abril de 2010

Lo más importante de Mª Dolores Pradera

Si digo que esta mayor, puede que no os diga mucho. Si digo que creo que es la última vez que la veo, diréis que siempre digo lo mismo. Así que de todo eso mejor no digo nada.

Diré que salió al escenario con decisión, llevaba en la cara la ilusión dibujada de quien hace algo por primera vez. Aunque no era el caso. Yo que la miro de arriba abajo, que esta vez no me olvide las gáfas y ella que la primera palabra que dice es “Ojalá…” yo pongo carica de imbecil, sonrisa Bob Esponja y a partir de ese momento todo sigue su orden. Quien quiera ver la crítica oficial, que pinche aquí.

Pensaba comentar algo acerca de que ella tal vez se mueve menos, algún desplazamiento a la mesa donde están preparados los pañuelos, mantones, huipiles, chales y demás complementos. También pensaba decir algo de que la voz en algunos momentos parece que va a quebrarse, que los desplazamientos tienen algo de "robótico" y que solo las manos parecen ligeras cuando marcan esos finales característicos, brazos abiertos, en alto, repartiendo al público... porque aquí hay para todos, es leyenda.

Pero lo que verdaderamente quiero decir es que esta mujer forma parte de la memoria colectiva y tiene hits para aburrir, no se le puede pedir más. Hoy en día nadie puede hacer referencias al paso del tiempo como ella, toda una vida, el tiempo que te quede, no se estila, rodar y rodar, andando y cantando que es mi modo de alumbrar, dejame que te cuente limeño… porque después de esta vida, no hay otra oportunidad.

Que no se me olvide apuntar que el público intento cubrir con sus aplausos los huecos del patio de butacas. Aplausos prolongados y generosos que no llegarón a ocultar que Huesca no llenó el auditorio. Mala entrada para la autoproclamada capital cultural del exreino.

Y entramos en la recta final del concierto con mis mexicanos favoritos y alguna que otra de las esperadas (devuélveme el tupper de mi madre…). Aún nos tiene que regalar esa imagen para el recuerdo (repe) cuando se acerca a sujetar el contrabajo para que el público pueda aplaudir a la banda. Dos, tres, cuatro bises y Mª Dolores que da las gracias y abandona despacio el escenario mano en alto a modo despedida. Me quito las gafas y me froto los ojos mientras el auditorio en pie sigue aplaudiendo a un escenario huerfano con todas las luces ya encendidas. Punto y final.

4 comentarios:

eleni dijo...

Respecto a "devuélveme el rosario de mi madre (el túper en versión posmoderna) y quédate con todo lo demás" solo apuntar que Mª Dolores dijo que ya se lo habían devuelto (creo que lo dice en todos los conciertos también), así sí, me quedo mucho más tranquila.
besos

ana dijo...

Esos brazos ondeantes y ese glamour. Ese karaoke en voz muy baja pra que no lo oiga Maria Dolores, que pena perdermelo... ains

Vic dijo...

Pues sí, qué pena perdérmolo yo tb...odio tener que ahorrar...!!!! que romántico, y sí que rancios los de Huesca que no saben apreciar a una gran dama!!!y llenan el palacio!!!me emociono de pensar en las canciones...

Unknown dijo...

Te he enlazado esta tarde, ayer Lidia me dió tu blog.
Lo interesante está en estos enlaces que te pongo a continuación, los encontrarás en mi blog y son:

CENTRO DE ESTUDIOS AMBIENTALES ÍTACA

TALLER CONOCE TU ENTORNO
Ya nos iremos viendo. Besicos