Tenía que terminar unos informes. No me apetecía. Fui a la máquina de café. Mientras revolvía el azucar asome la nariz para ver que había en la sala de exposiciones. Allí encontré esto
Siento sus manos tiernas, dulces, diminutas, que se deslizan entre las mías...
Los hijos de mis hijos hacen infinito el ovillo de mi existencia.
Lo ha escrito un Sr. que se llama Pedro Palomera Anel, usuario del Hogar San Blas. Con este texto le han dado el 2º premio Ex Aequo del I concurso de microrelatos que ha organizado el Instituto Aragonés de Servicios Sociales. Me hubiera gustado que estuviera él por ahí. Le hubiera invitado a un café y le habría hecho cuatro preguntas. Pero tuve que volver a mi mesa y terminar los informes. En la vida, no siempre se tiene lo que se quiere. No siempre se sabe lo que se tiene.
Siento sus manos tiernas, dulces, diminutas, que se deslizan entre las mías...
Los hijos de mis hijos hacen infinito el ovillo de mi existencia.
Lo ha escrito un Sr. que se llama Pedro Palomera Anel, usuario del Hogar San Blas. Con este texto le han dado el 2º premio Ex Aequo del I concurso de microrelatos que ha organizado el Instituto Aragonés de Servicios Sociales. Me hubiera gustado que estuviera él por ahí. Le hubiera invitado a un café y le habría hecho cuatro preguntas. Pero tuve que volver a mi mesa y terminar los informes. En la vida, no siempre se tiene lo que se quiere. No siempre se sabe lo que se tiene.
9 comentarios:
Tengo los pelillos como escarpias. Muy requetebonito.
Pues yo ha sido leer el nombre y el micro-relato e imaginarme a un hombre en sus 60-70, prejubilado, que por fin ha encontrado tiempo para realizarse en su pasión secreta, la escritura. Después de una vida trabajando en el turno de noche de una gasolinera o una cadena de montaje. Con dos hijos a los que orgullosamente les ha podido pagar una carrera aunque ahora uno sea dependiente y el otro nunca haya conseguido pasar las oposiciones. Un hombre, calmo, quieto, al que el premio le ha llegado de sorpresa pero le ha llenado el alma.
Pero de repente he caido en la cuenta de que mis padres van de excursión asíduamente con el Hogar San Blas, podría ser mi padre y yo la hija dependienta sorprendida.
Anyway...¡qué bonito!.
Love.
See you in a while crocodile.
Me encanta, alguna vez he podido sentir esa misma sensacion...
Y tu? sera que se te esta despertando el gusanillo de la paternidad...
Simplemente PRECIOSO
Que escalofrío, que hermosura de texto y sentimiento.
Creo que el señor Palomera se merece algo más que un 2º premio aunque, bien pensado, me parece que ya lo tiene en forma de nieto.
Vida buena.
qué manera tan bonita de decir esas cosas que pensamos y no sabemos poner en palabras...
Vengo aquí de la mano de Lamima y tengo que decirte que me ha gusta muchísimo este texto. Hay tanta belleza en él!!!
Un saludo,
Marta
Bienvenida Marta y bien hallada.
Los amigos de nuestros amigos son mis amigos (uy, qué lio me he pegado).
Pues eso, que un placer.
Será que tengo alma de aguafiestas pero chicos a mí qué queréis que os diga este señor no ha dicho nada más que su familia crece y que sus genes permanecen...eso sí de una forma muy requetebonita...
besos
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