¡Ay! como se me alegra la semana. Una postal espectacular que viene de Birmania, sorry Myanmar, que me voy a llevar en mi nueva aventura (para decorar las tristes habitaciones de hotel que me toquen) y una Copa de Pitágoras, que era un objeto totalmente desconocido para mi y que me va a permitir no excederme con la bebida a partir de ahora. Esta copa voy a proponerla como campaña de moderación del consumo de alcohol entre los jóvenes de la ciudad, pero eso ya será... para el próximo curso escolar, que esté lo tenemos ya liquidado. Gracias al Sr. Embajador y a los aventureros J.Passepartout & Merchef por hacerme feliz y aumentar mi colección de objetos "inservibles según mi madre" que llevaré de traslado en traslado, mientras el cuerpo aguante. Hoy quiero a todo el mundo.
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