El año pasado ya empecé mi Campaña invernal contra el hambre de la fauna alada silvestre de mi barrio. Una campaña organizada por mi mismo con mi organismo, que esta temporada tiene novedades importadas de la France (gracias a Emilie que me dio unos consejillos el año pasado), un dispensador de semillas... al que no hacen ni caso y siguen comiendo del cenicero, pero que ahí esta.
Como estos días que paso mucho rato en casa dándole vueltas a ideas que ni fluyen, ni son brillantes cuando finalmente llegan, he podido pillar a varios pajaretes en la hora del lunch. Las fotos no están muy allá, pero yo que los he visto con un poco más de nitidez, diría que son colirrojos tizones, aunque claro mis conocimientos en este campo ¡también son limitados!. Si hay avances significativos, se contarán. Y por cierto ¡viva sansebastiaaaaaaaaaaaaaan!
1 comentario:
Jaja, muy bien, me gustan tus luchas, como siempre!!!
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