Este es el tipo de chuchería que cuando lo veo en la librería sé que voy a terminar comprándome. Aunque no caiga a la primera. Encima le han puesto las cubiertas azules, así que mis escasas resistencias, derribadas.
Leo por ahí que este es el primer manga filosófico en España. Traducido directamente desde el japonés, tras un gran éxito en este país donde títulos como El capital, de Karl Marx, llegan a vender 120.000 ejemplares. Claro pero Japón en esto del manga (y en otras muchas cosas) juega en otra liga. No parece una tarea fácil la adaptación de una obra filosófica a este formato y tampoco adivinar si resultara atractivo al publico joven (que parece ser al que va dirigido), o sera una curiosidad mas para las estanterías de adultos peterpanescos, gafapastas varios o totally moderns de pueblo como nosotros.
Las ideas del original sobrevuelan sobre este manga; la muerte de Dios, sustituir la moral por la verdad, el superhombre como persona capaz de generar su propio sistema de valores sin tutelas divinas, la voluntad de poder y... el eterno retorno. Pero aquí no tenemos un Zaratrusta ermitaño, que abandona su refugio en la montaña para comunicar al mundo sus revelaciones. Aquí hábilmente se mezcla la infancia y la vejez, buenos y malos, en un bucle infinito cuya ruptura queda en suspenso. Entre medio una misteriosa y sugerente “mesías”, que siguiendo la tradición lleva la buena nueva, aunque con un short de infarto (detallitos manga) chin-pon.
Aquí en la France he visto que ya ha salido Rojo y Negro, El Capital y En busca del Tiempo Perdido, en España de momento nos tendremos que conformar con hincarle el diente a La Divina Comedia.
Lo único que existe es el "yo"
1 comentario:
Besicos desde la Espagne.
Publicar un comentario