jueves, 18 de noviembre de 2010

Dos de Jimmy Liao


No sabía yo nada de este señor, pero en poco tiempo dos libros, uno regalado por Julinchia y otro por Patricia (una vez más…¡gracias!), se han apoderado de la mesa del comedor de mi casa. Ambos editados por Barbara Fiore editora, que ya empiezo a pensar que es un poco el Pixar de nuestras librerías, Buceo en internet y descubro que este ilustrador nació en Taipei y que después de haber trabajado en cosas de publicidad y marketing, una grave enfermedad le hizo replantearse su vida. Descubro también que alguna de sus obras se ha adaptado al cine… pero no os descubro más, que tampoco es bueno saber todo así de golpe.

Dos libros más que recomendados para todos los públicos, para todos los públicos curiosos. Imprescindible para soñadores con ganas de descubrirse soñados.

Esconderse en un rincón del mundo, va sobre la huida. Pero no la que vaticina la derrota, sino la de la evasión placentera, la del lugar en el que refugiarse cuando la vida se te hace grande, la de babia, la de... y también habla de la necesidad. En estos tiempos en los que hay que estar conectado permanentemente al facebook, no apartarte del móvil ni para ir al baño, incluso retransmitir tu vida por twiter… aquí se habla de la busqueda de refugios, islas perdidas en oceanos cotidianos, donde encontrarse con uno mismo. Que placer descubrir a cada uno con su mundo interior regido por la lógica irracional de la fantasía. Una canción, un recuerdo, un susurro, desencadenan este derroche de imágenes oníricas, de una composición casi cinematográfica, hechas realidad a base de mina de lapiz de colores. Un placer para tener a mano y volver a visitar de vez en cuando.


El sonido de los colores es una invitación a un viaje en metro. Un viaje maravilloso que nos descubre el colorista mundo interior de la protagonista, una niña ciega, que a través de una sucesión de pequeñas líneas de prosa poetíca, nos introduce en este su fantástico mundo donde realidad y ficción se dan una mano que tal vez no debieron de soltar nunca. Pero entre líneas hay mucho, más, porque aquí también se habla del esfuerzo, de la superación, de la valentía, de la fragilidad... Al cerrarlo me queda más clara la respuesta que en una de esas semanas de esquí con los chavales de la ONCE me dieron a la tonta pregunta de cómo ven los ciegos. Todo esto con el sello personal del autor, grandes borbotones de imaginación en el dibujo, texto lírico y una naturalidad aplastante.
La tristeza de ayer ya está olvidada. Todo lo que puede olvidarse, carece de importancia. ¿Llego la estación de final de trayecto? ¿O es otro principio?.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

yo soy flan flan hace mucho tiempo, no he visto aún el nuevo...

mrtanónim@

Mme. Boulangère dijo...

Me los dejas???? cuándo vienes????

P.irene dijo...

Los voy a recomendar en el club de lectura del cole, donde nos reunimos una vez al mes y también al club de lectura de Villanúa....
Ala...lo bueno hay que compartirlo ¿no?
Bss.

laMima dijo...

Yo, de esa estupenda editorial tengo "999 hermanas ranas se mudan de charca", que es una chulada también.
Me apunto estos dos libros, si, que últimamente me da por este tipo de lecturas....