Sevilla amenazaba a ser
peor que Madrid. Y cumplió. Han sido días difíciles, con mucho desconcierto,
calor y alguna que otra situación al borde del abismo. Vale, nada que no
supiese ya. Pero he ido apuradico de fuerzas. Tampoco quiero parecer el
salvador del mundo así que dejaré de quejarme, que alguna que otra risa me he
echado. Además siempre hay cosas, personas, hechos, momentos, sorpresas, que
hacen que todo esto merezca la pena. Ayer tres cuartas partes del día fueron de
los de tirar a la papelera, hasta que me saqué de la manga una visita furtiva a
la plaza España y al parque Mª Luisa, rematada con un atardecer en el mirador
de Las Setas bien acompañado y con el aire dándome en la cara. Bajé como nuevo. Hoy de
repente, así sin saber muy bien cómo, me da una alegría tonta mientras camino
de mañana por las calles enrevesadas, en busca de la parada del veinte.
1 comentario:
Esta noche, a la vera una caña, una tapa y amena compañía, he descubierto que el único deporte que entiendo y me gusta por televisión es el baloncesto. Oeoeeee!
El sur es así. Impredecible, voluntarioso y agotador. A mí me gusta.
Sigue jugando. ;-)
Publicar un comentario