Despertar a eso de las 7:30, coger un vaso de agua e ir al comedor. Allí sobre la mesa de cristal espera El llano en llamas. Leer un relato. Solo uno porque el librito es puro huesos. El tiempo se detiene. Volver al párrafo anterior, visualizarlo, pasear por la llanura, bajo un sol de justicia. Llegar a las paraneras y que el ruido de la cafetera te traiga de regreso al sofá. ¡Buenos días! ¡a trabajar!
Tengo paciencia y tú no la tienes, así que ésa es mi ventaja. Tengo mi corazón que resbala y da vueltas en su propia sangre, y el tuyo está desbaratado, revenido y lleno de pudrición. Esa es también mi ventaja. Mañana estarás muerto, o tal vez pasado mañana o dentro de ocho días. No importa el tiempo. Tengo paciencia.
2 comentarios:
A mí me dejaron alucinadita esos relatos...besos
...y todo lo que se de Juan Rulfo, tu me lo enseñaste. Este es uno de los 5 libros más monegrino que he leído nunca <3
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