Me acuerdo siempre que me dices eso de "esto para el blog" de que tengo que escribir más, sí. Y cuando lo dices, yo afirmo tímida o entusiastamente según el día, porque llevo tantos avatares entre manos, que tengo la impresión de haberlo contado ya todo sin haber contado nada. O de que alguien ya lo contó antes; en vivo, en directo, en streaming o en un tuit. Porque a veces pienso que mi vida ha dejado de ser interesante incluso para mí misma. Y me sale siempre lo mismo, las mismas palabras, melancólicas, asténicas. Y entonces pienso que he debido perder la inspiración, o la gracia, que me la debieron robar con el mes de abril, o el de mayo, que aún no ha llegado pero por eso precisamente. Así que hoy, mientras espero que caiga esa tormenta primaveral que arrastre todos los males, me acuerdo...
Me acuerdo de ese peñazo de escenificación feminoide, y me reitero en que no estoy yo hecha para los nacionalismos, por muy feministas que sean. Más nos valdría habernos quedado echando penaltis.
Me acuerdo del rastrillo en Borce, del que volví con una matrioska rusa, una boina francesa, una caja de historias alemana y una insolación al estilo tradicional. Y también con una linda colección de kokeshis de manos de mis pequeñas artistas.
Me acuerdo de la vichisoise y del lomo a la sal, del animal de fondo que todos llevamos dentro, de la movida oscense, del rascatrisqui y del agua de coco con coco.
Me acuerdo de que tengo un montón de conversaciones y vidas pendientes, de lo terrenal y lo fantástico, y de que la omnipresencia no es viable, ni recomendable. Y de que llega un momento en el que ha pasado tanto tiempo que no sabes como retomarlo.
Me acuerdo del concierto de anoche, de que soy víctima del RadarLab, y me gusta que siga siendo así, aunque siga siendo minoritario. Nunca fui con la mayoría.
Me acuerdo de que cuando sacasteis los billetes yo no me atreví por una cosa, que luego se convirtió en otra y que hoy que se ha ido todo al garete, me doy cabezazos por no haber pasado antes de todo y de todos y haberme comprado una pamela bien grande.
Me acuerdo de que se terminó el cineclub de los martes, y de que no fuimos a despedir la temporada, ni hemos conseguido terminar de ver "Los Tudor", a falta de tres capítulos.
Me acuerdo de casi todo, casi siempre. Y eso no tiene porqué ser bueno.
"Me acuerdo" de Zeina Abirached, el porqué de este me acuerdo. Un cómic que cuenta la cotidianeidad de una niña durante el transcurso de la guerra en Beirut.
Me acuerdo de ese peñazo de escenificación feminoide, y me reitero en que no estoy yo hecha para los nacionalismos, por muy feministas que sean. Más nos valdría habernos quedado echando penaltis.
Me acuerdo del rastrillo en Borce, del que volví con una matrioska rusa, una boina francesa, una caja de historias alemana y una insolación al estilo tradicional. Y también con una linda colección de kokeshis de manos de mis pequeñas artistas.
Me acuerdo de la vichisoise y del lomo a la sal, del animal de fondo que todos llevamos dentro, de la movida oscense, del rascatrisqui y del agua de coco con coco.
Me acuerdo de que tengo un montón de conversaciones y vidas pendientes, de lo terrenal y lo fantástico, y de que la omnipresencia no es viable, ni recomendable. Y de que llega un momento en el que ha pasado tanto tiempo que no sabes como retomarlo.
Me acuerdo del concierto de anoche, de que soy víctima del RadarLab, y me gusta que siga siendo así, aunque siga siendo minoritario. Nunca fui con la mayoría.
Me acuerdo de que cuando sacasteis los billetes yo no me atreví por una cosa, que luego se convirtió en otra y que hoy que se ha ido todo al garete, me doy cabezazos por no haber pasado antes de todo y de todos y haberme comprado una pamela bien grande.
Me acuerdo de que se terminó el cineclub de los martes, y de que no fuimos a despedir la temporada, ni hemos conseguido terminar de ver "Los Tudor", a falta de tres capítulos.
Me acuerdo de casi todo, casi siempre. Y eso no tiene porqué ser bueno.
* * * * *
"Me acuerdo" de Zeina Abirached, el porqué de este me acuerdo. Un cómic que cuenta la cotidianeidad de una niña durante el transcurso de la guerra en Beirut.
7 comentarios:
Para haber perdido la inspiración y la gracia, lo bordas Jamia...
Yo que quería sorprenderte con un fin de semana cultural, con teatro y mercadillo al otro lado de la frontera...
De donde no hay no sepué sacar!!!
¿Ta' cuerdas? mancuerdo, mancuerdo
veo qu has entendido bien este sistema de memorias.Estamos todos igual de desbarajustaos (por si te sirve de consuelo)
jose luis y Almus, el mercadillo me encantó, lo de la insolación fue un "daño colateral", y lo del teatrillo... algo "espechial".
ojal-a, pos claro que m'acuerdo, no me iba'cordar, redios!
marta, la principal causante de este "Me acuerdo". Grache!
Acabo de leerlo, acabo de llegar. Macuerdo del dia que te dije que si comprabamos el billete y no podias, total pa na, a la vuelta vemos los Tudor con conocimiento de causa. bss
sin palabras...me ha encantado!!!
besos mil
Publicar un comentario