domingo, 26 de febrero de 2012

Siempre nos quedará Canfranc...

Siempre tengo algo en Canfranc. Algo material. Me explico, que parece que no estoy muy lúcido esta mañana, en lo afectivo no os quepa la menor duda que siempre tendré algo en Canfranc (y eso que la bandera... se la ha llevado el viento y otras inclemencias). Pero me refiero a que ultimamente siempre tengo algo por ahí despistado. Mis zapatillas nuevas se quedaron en el Albergue allá por el mes de julio y no las recuperé hasta principios de septiembre y ayer por fin recogí dos memorias usb (sí, dos pens que pensaba que si no estaban continuamente en mi bolsillo, mi vida no era posible), que me olvidé en la oficina de Nacho a finales de octubre. Será una señal. Sí supongo. De algún #Alzheimertempranero, claro.

miércoles, 22 de febrero de 2012

El club del #cineclú

Cuando ya nos habíamos hecho a la idea de emigrar a Almudevar, para reunir de nuevo nuestro selecto y anárquico club. Nos sorprendió la noticia de que aunque un poco tarde, ¡volvía a nuestras vidas el cine en VOSE los martes! así que ayer más contentos que unas castañuelas, allí que nos plantamos, la peli, amable sin más, pero la compañía y la tertulia posterior... de cinco o seis estrellas ¿cuántas nos bebimos?.
El martes que viene... more!

miércoles, 15 de febrero de 2012

Avellanas garrapiñadas

Muchos días sin escribir, entre el frío, organizar papeles, las tareas siempre pendientes y trabajar un poquico... no llego a todo. Además llevo unos días detrás de una receta para poner en el blog e inaugurar así otra nueva sección. Resulta que el otro día al volver del pueblo, entre verduras varias, magdalenas y huevos de corral, encontré una sorpresa. Mi madre había metido un bote de algo que parecían almendras garrapiñadas, pero especialmente feas. ¡Redios eran avellanas! así que la llame para ver si era cierto lo que veían mis ojos y de paso hacerme con la receta y colgarla en el blog. El resultado: empate. Estaba en lo cierto con lo de las avellanas y según ella no le habían salido muy bien porque era la primera vez que lo hacía, pero de darme la receta nada de nada. Las había hecho a ojo, así que me quedo con las ganas de poner aquí la receta. Tal vez próximamente. O tal vez no. Con las madres nunca se sabe.

domingo, 12 de febrero de 2012

jueves, 2 de febrero de 2012

El final

Ayer era el último día para entregar el trabajo #findemaster. Ayer lo entregué. Después estuve todo el día por Zaragoza, papeleos y movidas de un nuevo proyecto que estamos poniendo en marcha. Próximamente en sus pantallas. Ya había anochecido cuando a la altura de Almudevar vi una estrella fugaz. La verdad es que soy un avistador habitual de ellas, pero esta fue especial. Una gran linea de color amarillo verdoso cruzo el cielo muy despacio y terminó en una pequeña explosión anaranjada. No pude evitar decir en voz alta ¡chis pun!. Y fue justo en ese momento, cuando me día cuenta de que algo había terminado para siempre.