jueves, 21 de mayo de 2009

Adiós Zaragoza, adiós.


Ya no vivo en Zaragoza. Volví a mi destierro voluntario en la fecha prevista. Pero nunca nada es como se prevé. ¿Quién vuelve? y ¿a dónde?.
Ya no pasaré todos los días bajo el cartel de los “chicos chinos”, ni seguiré los progresos del abuelo que hace estiramientos por la mañana en el banco frente a la Aljafería. Adiós a la cama plegable de 80. A los escaparates y a las cañas por la madalena. Adiós a la pasta de arroz. Mi cuerpo tendrá que desacostumbrarse a los almuerzos funcionarios y a recorrer a paso ligero Predicadores de punta a punta. Adiós al tonto obelisco de la plaza Europa. Adiós excursiones a Valdespartera, me dio por volver a este destierro simple en tiempo y forma. Pero soy de los que siempre se equivocan con las previsiones. Solo me queda mirar hacia arriba. Un avión deja unas misteriosas estelas en el aire ¿quién dices que ha vuelto? ¿dónde?.

4 comentarios:

ana dijo...

Los chicos chinos y todos los que te conoceran te echaran de menos en la city. Ahora a disfrutar del verde del monte y de vez en cuando levantas la vista, miras los aviones y te preguntas cual sera el proximo que cojas tu, así, sin planificarlo, sin previsiones y sin pretensiones, por si acaso.

eleni dijo...

No dejas de sorprenderme...
besos

special_k dijo...

Algún día encontraremos nuestro lugar, o no... De momento, creo que ya vamos aprendiendo a disfrutar, por lo menos, de cada uno de nuestros lugares de paso.
Welcome to Discordia, again.

Mme. Boulangère dijo...

Cañas en la Madalena? y todas ellas sin mí¡¡¡ Ya te vale ya¡¡¡¡ ya volverás....