Está siendo una semana rara, de esas en las que te da por pensar “¿cómo estará la luna?” porque no puede ser que todos vayamos de culo y que todo se junte y explote y que esa patata caliente que llevabas en la mano empiece a quemar más de lo normal.
En la casa de la discordia se palpa todo esto, esas manchas del suelo que se están empezando a incrustar, más parece terrazo que otra cosa. Esa lavadora peligrosa llena de pelos porque las lavadoras no son mágicas y no desintegran los pelos de perro.
Ese llegar a casa y encontrarse a uno tocando el piano y al otro subiéndose por las paredes. “Positivismo” dice, y esboza una sonrisa a cualquier cosa que digo.
“Australia”, nos tenemos que ir a Australia. Y por un momento me imagino la situación de coger las maletas y decir adiós y empezar una nueva vida. Eso lo haría, si, pero en tu compañía.
Sensaciones confusas que se disiparán y que no dejarán huella porque otras llegarán y echarán tierra sobre estas y harán que se fosilicen. Como esas conchas que vi por primera vez en Albarracín…¿cuándo volvéis?.
Sentimientos, vidas, ir, devenir…
¿Cómo está la luna?
2 comentarios:
Volvemos pronto de Albarracín. Llevamos diez días de convivencia con chavales de 14 a 17 años. La felicidad me la da comprobar que algún adolescente conoce alguna poesía de Machado, la tristeza me la da comprobar que la mayoría no...
Conozco esas manchas, conozco esos pelos...
Mucho ánimo y suerte
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