sábado, 14 de julio de 2012

Sukkwan Island. David Vann.


Vale, no es una novedad. Pero por razones varias, no había tenido tiempo de hablar de este libro. Y eso que es de los que te revuelven un poco las entrañas. Desde luego a mi no me hubiera gustado nada que mis trece tiernos añitos mi padre me propusiese algo así. Bueno en mi caso no me hubiera llevado a una isla perdida en Alaska, pero me veo deambulando por los sembrados de la Sierra de Alcubierre y me tiemblan las canillas.Tres personajes, padre, hijo y una naturaleza vasta y hostil. Angustia. El propósito: pasar 12 meses juntos en medio de la nada. Leña, pesca, tormenta. Un padre que llora en el silencio solitario de la noche. Un libro con dos partes. Una dura y la otra demoledora.

Sobra decir que me encanta la portada. Además bastante justificada para esta novela seca, directa y nada complaciente. ¡Ah! y ya está en edición de bolsillo. Píllatelo como lectura veraniega, te dejará helado/a.
Si pudieras tener cualquier cosa que quisieras, dijo su padre, ¿que sería?
No lo sé.
No das tiempo a que la pregunta se filtre en tus huesos, chico. ¿Qué sería? ¿Cuál es tu sueño?
Roy pensó y no se le ocurría nada. Le parecía que solo intentaba sobrevivir a ese sueño de su padre. Pero finalmente dijo: Un barco grande, para poder navegar hasta Hawái, y después a lo mejor dar la vuelta al mundo.
Ah, dijo su padre. Eso está bien. 

2 comentarios:

marta dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
marta dijo...

mejor dicho imposible!!! Y a ti perdido en los monegros tampoco te imagino.;-)
La novela es estupenda, por cierto.